Imagen astronomía diaria - Observatorio

miércoles, 15 de abril de 2009

Números aleatorios.

Nos sirven cuando vamos a hacer un sorteo, cuando en un estudio estadístico tenemos que elegir qué elementos de la población van a formar parte de una muestra.

Lo importante es que estén elegidos al azar.

Existen varios métodos para generar números aleatorios, el más conocido se llama insaculación , es decir sacar un número de una bolsa o saco. Este método es poco práctico si en la bolsa tenemos que meter demasiados números.Podemos recurrir a varios bombos como en la lotería, pero con cuidado de no caer en el error que cometieron en el sorteo de los excedentes de cupo.

Existen también funciones que generan números aleatorios , con la calculadora o con un programa de ordenador se puede hacer de maners fácil, en el siguiente tema vamos a verlo con detenimiento.

El c olegio de notarios de Madrid dice que hay además otro método para generar números aleatoríos, fácil, rápido y de bajo coste: pensar un número.

Os dejo la noticia.





El azar de los notarios
El Colegio de Madrid justifica que se utilice el método de pensar números para adjudicar los premios de un sorteo
MALEN RUIZ DE ELVIRA - Madrid - 16/05/2004
Si al poner la televisión un día para contemplar la retransmisión de un sorteo del cupón de la ONCE o de la Lotería Nacional apareciera un señor que fuera diciendo números a medida que se le ocurrieran y a esos números se les adjudicaran los premios en juego, es casi seguro que ambas organizaciones no sobrevivirían a tan curioso y antimatemático método de sorteo. Sin embargo, así se realizan algunos sorteos, en cuyas bases figuran las palabras mágicas "ante notario", según la contestación enviada a una profesora de matemáticas que se quejó ante el Ilustre Colegio Notarial de Madrid por el método empleado en un sorteo. Para este sorteo, de ámbito nacional, convocado por Viajes Halcón, se habían distribuido nueve millones menos una de papeletas entre los alumnos que contrataron viajes de estudio en el curso 2002-2003.
Los premios consistieron en 21 viajes para dos personas a distintos destinos, de mayor a menor coste. [Los dos primeros premios eran a Cuba, y los últimos, a Mallorca]. Para efectuar el sorteo, el notario, en su propio despacho y en presencia de una representante de la agencia de viajes citada, acotó mentalmente los números por millones y fue diciendo los que se le ocurrían, hasta llegar a 21 números, según informó él mismo a su colegio y recoge el texto del acuerdo de éste, de fecha 21 de octubre de 2003, en el que se archiva el expediente relacionado con la queja por no haberse apreciado "indicio alguno de que el notario no haya obrado con absoluta imparcialidad".
El resultado es muy curioso, como resalta la quejosa, María Jesús Rodríguez Marín, profesora de matemáticas en La Laguna. El primer número obtenido fue el 1 y, el último, el 8.999.999, es decir, el primero y último posibles. Además todos los números van en orden ascendente, por lo que los números más altos perdieron de antemano toda posibilidad de obtener los mejores viajes. El segundo número es igual al tercero pero dado la vuelta, y algunos dígitos y repeticiones -de dos en dos o de tres en tres- salieron mucho más que otros.
Si quieres leer la noticia completa:

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/azar/notarios/elpepisoc/20040516elpepisoc_7/Tes

1 comentario:

Anónimo dijo...

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